La principal consecuencia es que acabará con la incertidumbre y el desistimiento de la búsqueda laboral de los trabajadores discapacitados desocupados que ya posean una pensión, porque de aprobarse el proyecto, ésta no cae ni se suspende, como actualmente sucede.
Ese temor truncó muchas experiencias cooperativistas incipientes y la búsqueda de mejoras en el ingreso a través de un trabajo. Los trabajos a los que suelen acceder las personas con discapacidad no son calificados y en consecuencia, poco remunerativos y por razones de traslado, discriminación u otras barreras, difíciles de conservar. Esta es una de las cuestiones que limitan sustancialmente la calidad de vida de los compañeros con discapacidad.
La diputada Nacional Graciela Iturraspe es militante de ATE, de la CTA, de la Constituyente Social y de la Corriente Nacional por la Unidad Popular (UP). Esta mención adquiere sentido porque el proyecto fue inspirado cuando apareció el reclamo en asambleas y mesas de trabajo de esos ámbitos en la Provincia de Buenos Aires y distintas provincias del país.
La CTA a través de la Secretaría de Discapacidad adhiere, toma como propio y promueve este proyecto. Al mismo tiempo nos comprometemos a llevarlo a nuestros sindicatos, a otras organizaciones sociales y políticas y de Derechos Humanos, a la Universidad y a las ONGs. tradicionales de discapacidad.
Y lo hacemos porque es un reclamo justo que tiene dimensión nacional. En los años 2005 y 2009 la actual Secretaría de Discapacidad de la CTA, recorrió las distintas regionales del país y realizamos 2 capacitaciones en la región metropolitana. En todas esas jornadas participaron dirigentes de la CTA y organizaciones territoriales; trabajadores y docentes del ámbito de la discapacidad, personas con discapacidad, sus organizaciones, padres y familiares.
En todos los debates y en las conclusiones apareció el tema de la incompatibilidad de los beneficios como una cuestión central que obstaculizaba el acceso al trabajo, que ponía un horizonte muy limitado al colectivo.
Participaron del conjunto de las actividades más de 1900 personas, 18 provincias con sus respectivos secretarios generales y 70 expositores profesionales y diversas instituciones especialistas en la materia.
Esta es la Legitimidad de la que se nutre el proyecto.
Este proyecto cuenta además con la legitimidad que le otorga la CTA que lo vigoriza con su prestigio y trayectoria. Con la calidad moral lograda en nuestras luchas y por nuestra coherencia.
Sabemos que habrá sectores que se opondrán férreamente porque, efectivamente, supone una erogación por parte del Estado, especialmente en estos tiempos donde se caen y se cuestionan subsidios. Nosotros lo entendemos como un paso necesario para el logro de la igualdad y la posibilidad de desarrollo de los compañeros con discapacidad.
En las jornadas y asambleas se señalaba los fabulosos subsidios a empresas que tenían facturaciones extraordinarias. Y la ignominiosa injusticia que representaba que un trabajador discapacitado desocupado perdiera la pensión al conseguir un trabajo que le permitía sumar algo más a su magro ingreso. No se puede tener una vida plena con solo una pensión u otro beneficio previsional, es imposible proyectarse en un trabajo, constituir una familia, estudiar.
Su aprobación aseguraría un ingreso más digno y la posibilidad de progreso y realización personal.
El Parlamento y el Gobierno tienen la extraordinaria oportunidad de profundizar la política de Beneficios Previsionales al aprobar este proyecto que tiene por objeto romper con el cepo paradojal que implican las incompatibilidades de los mismos y avanzar en la igualdad de oportunidades y trato del colectivo.
Es parte de la puja distributiva y por lo tanto habrá debate ideológico y político que va a exigir de nosotros adentrarnos en una problemática cuya matriz es el hambre, las condiciones laborales, el trabajo en negro, los modelos productivos. Es decir el capitalismo al desnudo.
En una visión ingenua podría verse como la búsqueda de un "privilegio" del que carecen los otros trabajadores. Por ello la comprensión de la dinámica social generadora de discapacidad y la clara posición de la CTA al respecto, proyecta a la CTA como una fuerza social que no se agota en un reclamo sectorial, sino que eleva el rol de los trabajadores organizados al de un nuevo concepto de organización social.
El proyecto de la compañera Iturraspe habla de su preocupación por quienes el sistema desecha o apenas permite sobrevivir, y actúa para contribuir a que con su lucha se constituyan en ciudadanos de pleno derecho.
Hace tiempo que la CTA es un actor trascendente y referente de las distintas luchas de los compañeros discapacitados que abrió sus puertas para contener y vigorizar esas luchas aisladas con la del conjunto de los trabajadores. La lucha por la dignidad, el trabajo, el transporte accesible, por el acceso a la salud y a la seguridad social.
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